El Gran Café-Restaurante del Tibidabo (1902).

Una vez se construyó el funicular de la montaña del Tibidabo, inaugurado en octubre de 1901, tenía toda la lógica establecer allí un gran restaurante para los visitantes del parque de atracciones y para hacer banquetes de sociedades que estaban entonces muy de moda. El restaurante estaba en funcionamiento en 1902 y resistió al menos hasta los años treinta. El arquitecto fue Bonaventura Conill Montobbio (Barcelona 1876-1946).

El Gran Café-Restaurante del Tibidabo era uno de los edificios que tenía más postales en circulación de toda Barcelona. Era modernista neo-árabe y en la misma publicidad se indicaba «salón estilo árabe», señalándose además que estaba a 540 metros sobre el nivel del mar.

Se conservan muchas imágenes del interior en las que puede apreciarse la decoración modernista y certifican que se hacían grandes banquetes y celebraciones suculentas diversas que ya forman parte de la historia festiva de la ciudad. En algunas fotografías de principios de siglo pueden apreciarse bastante bien las sillas del establecimiento, de madera curvada. Las mesas no estaban producidas con la técnica de la madera curvada. De todos modos eran unas sillas de madera curvada sui generis, sin mucha continuidad lineal, con respaldo y asiento de chapa grabada, que empezó a ponerse de moda a principios de la década de 1890 entre los fabricantes de mueble curvado como Hermanos Thonet. Esta técnica del contrachapado grabado -o perforado- permitió al mueble curvado adaptarse estilísticamente en lo decorativo a las tendencias del Art nouveau, abundando los motivos florales en los diversos tipos de grabado: con relieve, el llamado impropiamente «intarsia», dos colores, etc.

Postal sobre fotografía de Lucien Roisin.
Detalle del respaldo de las sillas.
Catálogo de Hermanos Thonet e imagen de la chapa de la tienda de Barcelona en la calle Pelayo número 40.

Las sillas del Café Restaurante eran muy probablemente el modelo número 100 (o el número 100 1/2 si el asiento era de 37 cm. en vez de 42 cm. de diámetro) de Hermanos Thonet, aparecido en el catálogo de 1895. Tenían una decoración de tipo floral grabada en relieve en el respaldo y en el asiento. Curiosamente en las imágenes del interior del Restaurante, si se ven un poco ampliadas, se ve la chapa metálica que ponía la tienda de Hermanos Thonet de Barcelona en la parte trasera del asiento de sus sillas, práctica que no seguían los otros vendedores de la ciudad de muebles de Viena como de Kohn o de Fischel, por ejemplo. Aunque, como se sabe, esta placa por sí sola, no es suficiente para certificar que un mueble es de Hermanos Thonet, sí es un indicio de autoría que debe corroborarse con imágenes de catálogos (al menos cuando, como es el caso, no se tiene un ejemplar del mueble delante para ver etiquetas y/o inscripciones). Como referente de este modelo de silla, cabe señalar que también se encontraba en el Bar Torino de Barcelona, inaugurado el mismo año de 1902. ¿Tenía la decoración de la silla un cierto aire modernista neo-árabe, en opinión de los propietarios que la utilizaron o era sólo una casualidad?

Salón árabe -decorado por Antoni Gaudí- del Café-Bar Torino, Revista: Hispania, 15 de noviembre de 1902.

Lo que resulta interesante -y extraño- en las sillas del Restaurante del Tibidabo -no lo hemos visto antes ni en la realidad ni en imagen- es la particularidad de la pieza -o tramo- algo rectangular que se encuentra añadida debajo de la pala del respaldo. Este pequeño detalle de la silla lo ofrecía Hermanos Thonet desde 1899 con la idea de poner allí, si se quería, el nombre del café, hotel o restaurante de que se tratara, como se muestra en una ilustración del mismo catálogo. La idea es que al poner el nombre del establecimiento no quedara tapado el grabado decorativo. Las sillas del Gran Café-Restaurante del Tibidabo estaban diseñadas de este modo pero no hemos podido apreciar en las imágenes si el nombre estaba grabado en el lugar previsto del respaldo para ello. Sería lo lógico porque el detalle implica un aumento del precio de la silla. Una incógnita. ¿Alguien ha visto una silla del establecimiento del Tibidabo en la que estuviera grabado su nombre…o no? Quizá el nombre completo no cabía o quedaba demasiado pequeño. Quién sabe.

Catálogo de modelos y detalle (a la derecha) de la opción señalada. El texto dice: «La inscripción solo se puede colocar en el lugar que se muestra en los dibujos de arriba».
En varias de las sillas de aprecia ligeramente la chapa del asiento, en un tono más claro.
La explanada del Restaurante un día de exhibición aérea. Barcelona Artística e Industrial, 1916.

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