
En la época del historicismo, especialmente en el ultimo tercio del Siglo XIX, era corriente la imitación en el mobiliario de los estilos históricos como el barroco, el gótico o el renacimiento. Las empresas del mueble curvado no escaparon a esta tendencia especialmente la casa Kohn que hizo modelos neo-góticos, neo-barrocos y neo-renacentistas con formas más o menos curvadas y en ocasiones utilizando hábilmente el contrachapado a efectos decorativos. Es el caso de los modelos que vamos a ver en esta entrada que llevan los números 67 y 68 del catálogo y presentan algunas diferencias. Los dos modelos tienen un aire clásico por el grabado -pirograbado- con relieve del respaldo, al que llamaban imitación intarsia, decorado con motivos florales o figuras imaginarias, mitad humanas o ángeles, mitad plantas o peces, inspirados en la estética del Renacimiento.

El primer documento en que se recoge el nº 67 es en el extracto de catálogo para los Estados Unidos de 1889. Como en otros casos estaba formado por un canapé de dos plazas, silla y sillón. La silla y el sillón están decorados en la chapa con grotescos con faz humana. El canapé lleva en el respaldo una decoración de figuras en parte humanas en parte vegetales. Este modelo, así como el nº 68 fue tan popular que se encontraba en todos los catálogos, incluso conviviendo con modelos modernistas, y se encuentra en el último catálogo conocido de Kohn , el de 1926. Otra peculiaridad era que no tenían el respaldo continuo sino hecho con dos partes al modo tradicional, reforzando la estética clásica del mueble.


En la publicidad de la firma también se hacía hincapié en este tipo de modelos. Tenemos ejemplos de los Estados Unidos y de Alemania.


El modelo nº 68 era algo más sofisticado que el 67, desapareciendo las figuras semi-humanas del respaldo de los asientos, pero manteniendo la misma decoración en el canapé, algo más amplio. En los laterales del respaldo del canapé se insertaban unas piezas curvadas alargadas delimitando la pieza de chapa grabada. El canapé y el sillón llevaban capiteles en las patas delanteras lo que no sucedía en el nº 67.


El modelo nº 68, en la versión del sillón se vendía en Barcelona en los Grandes Almacenes «El Siglo» como se ve en un dibujo esquemático en el catálogo de muebles de 1890. Hemos encontrado varios ejemplares del sillón nº 68 en imágenes históricas de la sala de juntas del Orfeó Català-Palau de la Música, de Lluís Domènech i Montaner. Pensamos que Domènech escogió las sillas de madera curvada del Palau, de factura industrial vienesa, como las de la antigua cafetería, de Hermanos Thonet, con decoración floral, o las de la sala de lectura, la nº 30 de Kohn. Quizas los sillones de la sala de juntas evocaban solemnemente, en un lugar de toma de decisiones del Palau, la Renaixença de Catalunya, uno de los objetivos de la institución dedicada a la música catalana. Es curioso comprobar que al menos a finales del Siglo XX todavía se usaban, conviviendo con otras sillas de diseño moderno, como son las «Gaulino» de Oscar Tusquets. Actualmente los sillones de Kohn ya no se utilizan y se conservan en el Palau.




