

En el mes de mayo del año de la Exposición universal de Barcelona, 1888, abrió en la plaza de Catalunya a la altura de la Ronda Universidad un café llamado «Gran Café del Siglo XIX», también llamado, casi oficialmente «la pajarera» dicen que por el aspecto de jaula y por la presencia de «patas de pájaro» que eran las mismas patas de las numerosas sillas del establecimiento. Según se dice en un folleto ilustrado de recuerdo que se editó en su momento, cerró en 1895. En él se encontraban, en efecto, un número considerable del modelo de silla nº 28 del catálogo de Hermanos Thonet, la llamada silla «corazón» porque parece que dibuja este órgano con las líneas del respaldo y del asiento (y también del anillo de refuerzo entre las patas). Se trata de una silla muy pequeña, apta para establecimientos públicos por sus dimensiones y que fue muy popular en Barcelona, casi tanto como la famosa silla nº 14 del mismo fabricante vienés. De hecho tenían el mismo precio: en el catálogo de Barcelona de 1891 valían ambas 9,25 pts, las sillas más baratas accesibles. Y, claro, la nº 28 era más pequeña pero más mona. Ningún otro fabricante hizo este modelo y en Barcelona se vendían a escasos metros de distancia en el nº 40 de la Calle Pelayo, tienda de Hermanos Thonet entonces.


Por cierto que, con una ampliación de la fotografía del interior de La pajarera, puede leerse la palabra «programa» encima del piano y adivinarse la imagen del que posiblemente fuese el músico Isaac Albéniz (1860-1909), que daba populares conciertos en el establecimiento.

En 1897 se inauguró el Gran Café-Restaurant Colón en la esquina de la Plaza de Catalunya con el Paseo de Gracia. Era un edificio de formas modernistas del arquitecto Francesc Rogent (1864-1898), hijo del famoso arquitecto Elies Rogent (1821-1897). El Café Colón fue un clásico de la sociedad barcelonesa de la época. Tenía las mismas sillas que La pajarera, como puede apreciarse claramente en las imágenes y dado que pertenecía al mismo propietario, Arturo Vilaseca, cabe preguntarse si se trataba de las mismas sillas que debían haber quedado del antiguo establecimiento: el viaje de las sillas «corazón» de un lado a otro de la plaza. No lo podemos saber a ciencia cierta pero es posible.




Curiosamente, en una ampliación de la postal del Café Colón podemos apreciar junto al piano una silla «corazón» alta, específica para piano, que también se ofrecía en el catálogo de Hermanos Thonet en la sección de «muebles para salones de música».


En 1902 el café sufrió una «transformación arquitectónica» y se convirtió en el Hotel Colón.
