Existe bastante desconocimiento sobre el mueble curvado valenciano, en general. En el extranjero, por supuesto, pero también en España e incluso en Valencia. En este campo, con el argumento de que se hacían muchas copias y el ambiente asfixiante que sacraliza la originalidad (muchas veces inventada pues siempre hay referentes), se suele «tirar el bebé con el agua de baño» desconociéndose la existencia de piezas de mueble curvado fabricadas en Valencia que son valiosas o tienen un cierto interés e incluso originalidad o rasgos locales. A veces el nivel de desconocimiento lleva a la incredulidad y se llega a pensar que «es imposible» que estos muebles se hicieran en Valencia. Aquí demostraremos que sí se hacían y que valían la pena. Iniciamos esta serie de piezas destacadas y que, indudablemente, no se hacían en Viena -el presupuesto de esta serie es conocer bien qué se hacía en Austria-Hungría- aunque estaban inspiradas en el mueble curvado vienés, con una cama de Luis Suay, que lleva el nº 5 en el catálogo de 1910 (datación aproximada del catálogo).

En este blog hemos visto camas, en particular de Kohn en la entrada sobre la película «El apartamento» (la cama de Shirley MacLaine) y en otra sobre un modelo «sofisticado» de cama del mismo fabricante. Suay hizo -con las mismas ideas pero otros moldes- más de un modelo de cama original pero esta es especialmente interesante por el diseño del curvado del cabecero y el pie con formas arborescentes que imitan la vegetación y que demuestran una calidad notable en la técnica del curvado. Tenemos la imagen del catálogo y de una de las piezas de la cama que nos dan una idea clara del atractivo de esta pieza.

