Fotografía y pintura: las mecedoras de Joaquín Sorolla.

La mecedora de madera curvada, a pesar de haber sido ideada en Austria-Hungría por Michael Thonet y sus hijos en 1860, es un producto netamente «mediterráneo». Desde los patios andaluces a los balnearios y hoteles de Cataluña, pasando por las  terrazas valencianas,  la mecedora fue un mueble fundamental para nuestras abuelas, en una época en que, -hay que recordarlo- no había ni televisión ni aspirinas. Su destino quedó sellado, a medio o largo plazo, con la aparición del televisor, los sofás y los pisos de 50 metros cuadrados. La dificultad de restaurar la rejilla es un motivo fundamental de abandono de las mecedoras el «día de los trastos» cuando se pueden dejar libremente en la calle y pasa un camión a recogerlos.

En Valencia se hacía varios modelos de mecedoras, a la luz de los diseños vieneses, pero diferentes. Los diversos fabricantes intentaban distinguirse en el mercado gracias a diferencias en el diseño de mecedoras, un mueble que llegó a ser  una especialidad valenciana en España. Eso no significa que no hubiera en el país mecedoras hechas en Viena, que las había, sino que los gustos del público eran tan fuertes en favor de las mecedoras que las importaciones no daban abasto.

Jacinto Benavente
«La mecedora» , Jacinto Benavente, Blanco y negro, 17 de julio de 1897.

Jacinto Benavente hizo un artículo sobre la mecedora en el contexto de las «cosas del verano» en la Revista Blanco y Negro, en julio de 1897. En aquellos años todavía había gente que creía que era peligroso -físicamente hablando- balancearse en una mecedora, pero Benavente alude a los acontecimientos psíquicos y de la imaginación que suceden balanceándose en una mecedora, sin dejar de lado los aspectos eróticos que puede suscitar: «columpio de soñadores, de poetas; a su vaivén, los pensamientos no se fijan en el cerebro con pesadez abrumadora; antes parece como si aligerados se escaparan, y fuera de él revolotearan alrededor, refrescando la frente al vuelo suavísimo».

De este modo la mecedora de madera curvada ha dejado su rastro, no sólo en cuanto mueble todavía existente en muchas casas, sino también en la literatura y en imágenes de fotografía y pintura. Y aquí queríamos llegar. El pintor valenciano  Joaquin Sorolla fue objeto de un retrato en una mecedora en 1907 por parte del fotógrafo y suegro de Sorolla Antonio García Peris (1841-1918), en una celebración familiar. Dos años después, en 1909, Sorolla retrató en un cuadro a Antonio García sentado en una mecedora en la playa. Ambos, fotografia y retrato se conservan en el Museo Sorolla.

1
Antonio García Peris. Celebración familiar, 1907. Museo Sorolla n. de inventario 86552.

Retrato de Antonio García

 

2 comentarios sobre “Fotografía y pintura: las mecedoras de Joaquín Sorolla.

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