El mueble de Viena ha dado lugar a una iconografía muy variada sobre su representación y su simbología. No siempre se trata de reproducir los muebles. Existen diversas posibilidades en torno al fenómeno del curvado. Michael Thonet tiene un relieve de un artista famoso, el escultor y grabador Peter Breithut (1869-1930) en algunas de las fábricas, escultura en la que se observa a Michael con unos listones de madera preparados para ser curvados y, probablemente, encolados pues representa la época del curvado laminado.

Otro elemento simbólico utilizado es la imagen de los moldes metálicos, indicada para ejemplificar la necesidad de que las barras de madera vaporizada, cuando se doblan, deben sujetarse en sus partes cóncava y convexa para que mantengan la forma porque o se doblan, como decía el lema de Michael Thonet, o se rompen: Biegen oder Brechen.

En el Espai corbat de la Fundació Caixa Vinaròs nos hemos permitido la exposición de un molde metálico para curvar la espiral lateral de una mecedora, molde procedente de la fábrica de curvados que actualmente está en funcionamiento en Catarroja (Valencia) Curvados Sanchís. En su página web puede verse un video muy instructivo de cómo se introduce una barra de haya vaporizada en dicho molde. También hay que recordar que en la película de Ventura Feliu sobre la fábrica de mueble curvado de Valencia, de 1929, se ve una escena de curvado de una pequeña pieza de madera.

Otra opción de representación consiste en mostrar una pieza de curvado excepcional como una pieza en forma de hélice o de espiral. Esto es lo que hacía Hermanos Thonet en diversas exposiciones universales -también la famosa silla demostración- y lo que hizo la casa Kohn en la Exposición Universal de Filadelfia de 1876, donde la puerta de entrada estaba presidida por dos hélices y dos grandes espirales colgaban de las columnas del edificio.

Existe una diversidad de formas de representación del curvado pero la más corriente es mostrar a unos fornidos trabajadores en la tarea. Es el caso del ex libris de Victor Thonet (nieto de Michael e hijo de Jacob), donde los trabajadores aparecen desnudos. Esto no debía ser muy habitual aunque al lado de los tanques de vapor la temperatura era, literalmente, infernal, según reconoció Le Corbusier durante una de las visitas que hizo una vez a una fábrica de curvado en los años veinte.

En realidad esta iconografía era bastante próxima a la realidad como muestra una serie de fotografías hechas en la fábrica de Thonet en Bystritz en 1921. También se incluía una imagen de la sección de curvado de la fábrica de Wsetín en los catálogos de Kohn.


La fuerza iconográfica de esta imagen de los trabajadores doblando la madera con los moldes metálicos es innegable. Se ha utilizado a menudo en el mundo del mueble curvado. Algunos trabajadores, como los de la fábrica francesa W. Baumann, luchan directamente con los árboles arrancados de cuajo para torcerlos en un popular diseño gráfico de una factura de los años veinte.

Esta imagen es llevada al extremo por la empresa «Curvadora Valenciana» que, aunque nacida en 1935, se reconstituyó despues de la Guerra Civil y editó catálogos en 1946 y 1956. El trabajador de la imagen parece realmente un asiduo al gimnasio, casi un culturista, cercano a la figura del héroe.

Nuestra imagen preferida es la de los trabajadores de Hijos de D.G. Fischel (Niemes, Bohémia) en un álbum de 1896. En varias fotografías posan todos los trabajadores de la fábrica, incluyendo lógicamente los curvadores, descalzos, orgullosos con sus herramientas, moldes y piezas curvadas y torneadas, en reposo, mirando a la cámara, salvo el jefe de sección que mira a lo lejos.

Pero tenemos que reconocer que la representación del curvado más divertida es la ilustración de «Thonet Brothers» de 1886 en un semanario humorístico en alemán editado en los Estados Unidos. Una selección de mobiliario curvado «habitado»por unos seres infantiles disfrutando de lo lindo. Así se felicitaba la navidad de 1886 a los lectores de la publicación.