En el mundo del diseño moderno todos hemos oído hablar de la importancia que Thonet tiene como precedente para las prácticas y el ideario de IKEA. Por poner un ejemplo reciente, en el dossier de la exposición en el Museo Nacional de Artes Decorativas sobre «Thonet, Kohn, Fischel: mueble vienés de madera curvada» que tuvo lugar en el año 2021 y de la que fui comisario, se dice, en relación a la técnica de la madera curvada, que «esta técnica industrial, que se basaba en el curvado de barras de haya de sección circular que se calentaban en tanques de vapor para flexibilizarlas, permitió algo revolucionario para la época: obtener con rapidez muchas piezas idénticas que se enviaban desmontadas a destinos lejanos, en cajas, donde se montaban con tornillos (muebles con instrucciones de montaje previos a IKEA y claros precedentes de lo que denominaríamos Do It Yourself)».
En efecto, en 1859 se llegó a la simplificación de la silla número 14, por Hermanos Thonet -que así se llamaba la empresa desde 1853- al estar construida solo con seis piezas y montarse con tornillos, sin usar cola. De este modo podía ser enviada para la exportación a cualquier parte del mundo en cajas de 110 x 97 x 75 cm. (0,8 metros cúbicos) de 182 kilos de peso, cuando las patas delanteras no estaban montadas, y en cajas de 136 x 110 x 70 cm. (1 metro cúbico) de 195 kilos de peso, con las patas delanteras fijas en el asiento. En cada una de estas cajas cabían 36 sillas número 14 con rejilla, desmontadas. Estos datos proceden de la introducción al catálogo de Hermanos Thonet de 1895, el primero que hace referencia a esta cuestión. Es corriente ver reproducida en exposiciones, anuncios y libros una caja de un metro cúbico, llamada «modelo de demostración», que es transparente, para que se vea bien que dentro hay 36 sillas desmontadas. Se puede consultar, por ejemplo, en la publicación de 1994 Thonet. Pionier des Industriedesigns (1830-1900) del Vitra Design Museum, institución que, particularmente en el período en que estaba dirigida por Alexander von Vegesack, se convirtió en una incansable defensora de la marca Thonet.

Lo cierto es que la «caja demostración» tiene mérito, particularmente porque las sillas que lleva dentro desmontadas no son la número 14 de Hermanos Thonet sino la silla número 214 de Thonet, comercializada desde la segunda mitad del siglo XX. Se dirá que esto no tiene ninguna importancia ya que el icono más moderno procede del icono más antiguo y de hecho en los libros de diseño suelen equipararse. Pero entre ellas hay una diferencia considerable: la número 14 tenía una característica esencial -dicho pomposamente, es una «cuestión de concepto»- que era el asiento circular, mientras que el asiento de la número 214 es algo ovalado y más grande, lo que hace probablemente más difícil introducir 36 piezas de asiento en una caja de las mencionadas dimensiones.
La firma Jacob & Josef Kohn que, además de copiar los modelos de Hermanos Thonet, siempre aportaba alguna cosa nueva, también seguía esta práctica de enviar sillas número 14 desmontadas para la exportación. En la introducción al catálogo para los Estados Unidos de 1882 se dice que «enviamos las mercancías, según los pedidos, ya sea montadas, simplemente envueltas con paja, o en piezas, cuidadosamente embaladas en cajas. En el último caso, se deja que el comprador diga si deben desarmarse por completo o si las patas delanteras deben permanecer en los asientos, lo que facilitaría materialmente el montaje en destino…». Es por eso que en catálogos y anuncios de Kohn del último tercio del siglo XIX, en particular para los Estados Unidos y Rusia, se incluía una ilustración de una «silla completamente desarmada para ser embalada en cajas», que era una número 14. Es una ilustración que, curiosamente, nunca hemos visto en un catálogo histórico de Hermanos Thonet y, sin embargo, hoy en día, la imagen de una silla número 14 desmontada es un «clásico» de su iconografía publicitaria.

Sea como fuere, cuando llegaba a su destino la caja en cuestión había que montar las sillas pero de «do it yourself» nada de nada. Evidentemente, en 1900 nadie iba a la tienda de Hermanos Thonet en la Plaza del Angel número 10 de Madrid, por ejemplo, a comprar una silla número 14, o cualquier otra, desmontada, para montarla en su casa. El montaje lo hacían los empleados de la tienda o de la sucursal correspondiente y, normalmente, te la enviarían a casa entera y envuelta cuidadosamente en papel para evitar ralladuras.
En cualquier caso, la colocación de las patas delanteras correctamente era un asunto crucial. Por eso Kohn incluía, junto a la mencionada ilustración de la silla número 14 desmontada, un dibujo de su patente de tornillos de hierro para facilitar el ajuste preciso de los pies delanteros al asiento, invento que data de 1879 y que a veces se indica con una etiqueta específica en el interior del asiento. Más tarde, en 1890, Kohn patentó una espiga para las patas en forma oval, que también aseguraba la colocación correcta de las patas delanteras. Es decir, que las sillas de Kohn, al parecer, estaban en buenas condiciones para que la empresa sacara provecho del sistema de distribución en cajas. Hoy en día, con la perfección técnica y precisión milimétrica con la que se hacen los productos -los de IKEA incluidos- no es tan problemático montar los muebles en destino por parte del usuario individual que, ahora sí, se lo hace él mismo, ahorrando los costes de montaje a la empresa.

Volviendo al tema central, que es el de las sillas de IKEA inspiradas en Thonet, es conocida una fotografía del fundador de IKEA, Ingvar Kamprad (1926-2018) con una silla de madera curvada entre las manos. Se puede ver la fotografía en la página web de la firma. Se trata de la silla Ögla, al parecer un diseño originario de 1962, fabricado con madera curvada y asiento contrachapado. En realidad es, directamente, una silla igual al modelo número 18 de Hermanos Thonet, modelo que salió al mercado en 1876 y sobre el que hemos hecho una entrada en este blog con el título «la silla viajera» evocando la idea de que era un modelo pensado para la exportación. En el catálogo de la firma de 1962 la silla lleva el típico aro entre las patas de manera que su identificación con una silla número 18 de Hermanos Thonet es indiscutible.
Pero en la fotografía mencionada con el fundador de IKEA, la traba de la silla Ögla, es decir, la pieza continua que lleva entre las patas para reforzar su estabilidad, es diferente y apareció en el catálogo de la firma sueca de 1963. Se trata, esencialmente, de la traba número 27 de Hermanos Thonet, que se vió por primera vez en el catálogo de 1905 y en su momento era un «modelo protegido». Es una traba elegante y ligera visualmente que se encuentra actualmente en otros modelos de silla de madera curvada. La de la silla de IKEA tiene una ondulación en la parte frontal que no tiene la de Thonet, pero es una diferencia despreciable sin valor funcional.

En la página web del Museo IKEA puede leerse una explicación del origen de la silla según la cual Ingvar Kamprad estuvo en Polonia en 1961 para buscar sillas para su empresa y se recogen así sus palabras: “Temprano a la mañana siguiente tomamos el tren a Radomsko, y nunca olvidaré arrastrarme por un ático oscuro sosteniendo velas, buscando herramientas para hacer sillas de madera curvada. Finalmente encontramos la silla que luego se convertiría en ÖGLA. Nos ha sido fiel durante muchos años”. La explicación continúa con la afirmación de que «el modelo que encontró Ingvar se inspiró en la típica silla de café diseñada por Thonet en Viena, Austria, a principios de siglo. A menudo eran marrones, tenían agujeros en el asiento y eran muy duraderos». En aquellos años Polonia pertenecía a los Países de economía planificada -y política comunista- y a los visitantes no les fue fácil el acceso a las instalaciones de la fábrica de mueble curvado de Radomsko. Adicionalmente, en 1969 se incorporó al catálogo un modelo de la misma silla con brazos -un sillón- y en 1973, con el nombre de Epok, el sillón llamado «Le Corbusier» pero con la misma traba que la silla.
Hermanos Thonet estableció la fábrica de Radomsko (entonces Nowo-Radomsk) en 1881, para sortear los aranceles a la exportación a Rusia, dado que Polonia formaba parte entonces del Imperio Ruso, que era un mercado importante. Hoy en día la empresa de Radomsko, en un contexto de economía de mercado, se llama FAMEG, fabrica muebles curvados y no curvados, obtiene premios de diseño y se presenta de vez en cuando a algún salón del mueble importante, como el de Milán. FAMEG fabrica actualmente la silla que comentamos, con el número 18 y con la traba similar a la número 27, tal como se puede ver en la sección de productos de su página web. Realmente el fundador de IKEA acertó de lleno cuando buscó inspiración para su silla Ögla en el «ático oscuro» de la antigua fábrica de Hermanos Thonet en Polonia.

Al parecer, según el relato de la página web del Museo IKEA, la silla dejó de venderse en 1978 porque Ingvar Kamprad consideraba inadecuado que no cupiera en un paquete plano. Probablemente, pensamos, esto era debido a que la traba de madera, en la forma escogida, ocupaba más espacio que las otras piezas al ser bastante tridimensional. Sea como fuere, se encargó al diseñador industrial sueco Gillis Lundgren (1929-2016), que trabajaba para IKEA, una solución, y en 1984 se editó de nuevo en el catálogo la silla Ögla, ahora en plástico polipropileno. Al ser plástico, es un material que permite utilizar la silla en exteriores y se limpia fácilmente. Pero no acabo de entender por qué razón hacer la silla de plástico era una solución al problema de que no cupiera en un paquete plano. Si la diferencia estriba en que, al ser de plástico, la traba se puede dividir en dos piezas, como así se fabrica, para empaquetarla en menos espacio, -es decir, se pasa de una continuidad lineal real de la traba a una continuidad lineal simulada- no creo que el radical cambio de material valiera la pena. O, dicho de otro modo, sería un caso, si fuera cierto, en que las exigencias del empaquetado condicionan la naturaleza y la calidad del producto. Pero a la vista del empaquetado -también de plástico- y la traba dividida en dos de la actualmente en venta silla Ögla no creo que esta sea la explicación. Además, en el catálogo de 1987 la misma silla, de madera de haya curvada, y con rejilla, se vendía con el nombre de Vanda, pero el nombre del diseñador Gillis Lundgren sólo aparecía junto a la silla Ögla, de plástico.

Una solución sencilla, en mi modesta opinión -no soy diseñador-, pensando en el empaquetado de la silla de madera, habría sido volver a la traba en forma de aro, el refuerzo de siempre, de una «auténtica silla Thonet». Creo que eso habría facilitado el packaging, en el que Gillis Lundgren era un experto. Pero quizá entonces el resultado habría sido muy, pero que muy parecido a una silla de Hermanos Thonet número 18 del catálogo, -por ejemplo-, de 1891, de manera que se notaría que «la inspiración en Thonet» había ido demasiado lejos. No sólo el material sería el mismo que el de Thonet, sino también la totalidad de la forma.
Pues bien, esto es lo que le ha sucedido realmente a la silla de IKEA, de madera, llamada Bjurån comercializada en 2018 como una versión «ligeramente actualizada de la silla Ögla» en edición limitada y que es, literalmente, una silla número 18 de Hermanos Thonet, con su tradicional aro de refuerzo entre las patas, es decir, tal como apareció la silla Ögla en el primer catálogo de IKEA, de 1962. Es una buena idea, una vuelta al origen para conmemorar el 75 aniversario de la fundación de IKEA. Esta vez hecha en madera de haya, como debe ser y se fabrica en Polonia. No está disponible en todos los países pero sí, al menos, en Suecia. Podemos especular con la idea de que en España no se vende porque en el mercado de segunda mano se encuentran sillas de Hermanos Thonet número 18, o similares, de ciento veinte años -o sea, antigüedades industriales- con la rejilla en buen estado, y a un precio similar.

Recientemente (mayo de 2022), en un Forum sobre «madera, mueble y sostenibilidad» celebrado en el Museu del Disseny de Barcelona, hice un comentario sobre por qué, habiendo sido una silla de madera en los catálogos de la empresa, la silla Ögla se vendía todavía en plástico manteniendo el inverosímil relato de «la inspiración en Thonet». La observación, aparte de la influencia de los gustos personales y del peso de la tradición, creo que era pertinente en un foro que militaba en favor de la madera. Al parecer durante unos años se fabricó tal silla con WPC (wood-plastic composite) porque estos materiales mezclados tenían entonces un aura más ecológica pero, como dirían los puristas, era un caso de «deshonestidad de los materiales», si no se sabe si es madera o plástico. En definitiva, en la página web del Museo IKEA se dice que actualmente se pueden adquirir los dos modelos de silla, ya sea en madera de haya –Bjurån– o en plástico –Ögla-, está sí un Diseño IKEA Sweden.
Es todo bastante confuso. Si seguimos así dentro de unos años la mayoría de los clientes de IKEA, entre los que me encuentro, pensarán que un tal Thonet inventó la silla curvada de plástico.
N.B.: puede verse una silla Ögla de plástico en: Sebastian Hackenschmidt and Wolfgang Thillmann, Bentwood and Beyond. Thonet and Modern Furniture Design, Wien: Museum für Angewandte Kunst (MAK), catálogo de exposición, 2019, p. 266.
FUENTES DE INTERNET:
Sobre la exposición en el Museo Nacional de Artes Decorativas:
Sobre la relevancia del asiento circular en Thonet:
https://muebledeviena.com/2020/06/25/el-concepto-14-en-algunos-modelos-de-hermanos-thonet/
La fotografía del fundador de IKEA con la silla Ögla:
https://www.ikea.com/es/es/this-is-ikea/about-us/nuestra-historia-pubad29a981
Sobre la silla número 18:
https://muebledeviena.com/2019/11/30/la-silla-viajera-no-18-2/
Sobre el sillón llamado «Le Corbusier»:
La página web del Museo de IKEA con la explicación sobre el origen de la silla:
https://ikeamuseum.com/en/digital/the-story-of-ikea/1960-product-stories/
Sobre FAMEG:
https://muebledeviena.com/2018/12/13/las-cuatro-empresas-thonet-actuales/
Sobre la silla Bjurån:
https://www.ikea.cn/cn/en/ideas/gratulera-reviving-ikea-designs-of-the-50s-and-60s-pubbd4e0881
Sobre el Forum en el Museu del Disseny de Barcelona: